miércoles, 27 de enero de 2016

Me descubro y me encuentro.



Me descubro y me encuentro.

Aquí,  las cañadas secas de seíbos arrinconados
amontonados,  persiguiendo al rio que se pierde
más allá de la tierra
 las chaqueñas verdes rebosadas de hojas y de caí s
que lloran con lágrimas de savias
después del festín saciado
y más abajo las higuanas encimadas  en una orgia overa
cerquita de los cuis inquietos, que se pierden y se encuentran
con téros que cantan anunciando la parida
de sus huevos moteados.
Aquí, donde mi tierra brota  con cada amanecer
cuando el sol emerge y los lapachos cantan,
 el tási se enrieda, florece y se pega  en los algarrobos enormes
donde el hornero y el tordo quisieron vivir
descubro  a mi alma, con la esperanza de volver y perecer.

 Liliana Robles

 Caís/Caí: Mono-Carayá. (Guaraní).
Tási: enredadera subarbustiva, productora de látex. Las hojas son opuestas y simples, de entre 5 y 13 cm de largo, nativa de Brasil austral, Paraguay, Uruguay y este de Argentina. En nuestra región crece en montes y en alambrados

1 comentario:

  1. El poema describe tan bien el lugar. Y la vida que exhibe esa cañada me encantó.
    La descripción del río perdiéndose "más allá de la tierra" es genial.
    Cuando llegas a las chaqueñas me costó hasta que descubrí a qué te referías, supongo, al árbol chaqueño, el quebracho colorado. Y donde habita el mono caí.
    Sutil lo de lágrimas de savias, pues la imagen es muy comprensible. Te hace mirar la naturaleza con mucha más atención, y permite que el lector te encuentre, a vos escritora, consustanciada, permeada delo que es, de lo que está compuesta la flora y fauna regional. Eso en tan pocas líneas, algo que admiro de los poetas. Eso no me surge ni que esté 10 años pensando, por eso admiro a quien escribe poesía, por su capacidad de síntesis.
    Cuando llega el turno de las iguanas, recuerdo siempre las que había sobre las piedras en la costanera de Corrientes. Esa es la imagen que tengo, tomando el sol, amontonadas. Pero el color de las que describes no las conozco.
    Y el final, brillante, cuando nombras a los habitantes lugareños y a donde descubres a tu alma... Ese descubrir es muy interesante, pues intuyo te refieres a tu esencia. Quizás también, tu destino, en fin, a tí, te descubres al mirar ese afuera que te muestra no sólo dónde estás, sino quién eres.

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